La sangre no
se puede “fabricar” en un laboratorio, los seres humanos dependemos de nosotros mismos para
ayudarnos, aún en el siglo XXI, la única fuente proveedora de sangre en el mundo es el ser
humano y no existe adelanto científico capaz de reemplazarla. Es por eso que
que donar sangre salva vidas.
Esta característica hace que todos los países necesiten un número
elevado de unidades de sangre cada día para atender los requerimientos de sus pacientes, la necesidad de sangre es universal: atraviesa todas las naciones, sexos, culturas, religiones,
edades, estratos sociales.
El aporte del Dr. Luis Agote
a la salud mundial
La historia de la transfusión de sangre es muy interesante y compleja.
Se fueron realizando, a
lo largo del tiempo, todo tipo de experimentos y estudios preliminares en laboratorio, con animales y con seres humanos, con el objeto de poder utilizar este recurso con fines terapéuticos
En estas experiencias, se presentaba como mayor dificultad el problema del almacenamiento
de la sangre dado el proceso natural de coagulación que se inicia al salir de los vasos sanguíneos y
entrar en contacto con el aire, con tejidos lesionados o con una superficie diferente a la de dichos
vasos sanguíneos. La coagulación es un proceso por el cual la sangre pierde su fluidez, se vuelve
viscosa y termina con una consistencia sólida.
Fue Luis Agote, un prestigioso médico argentino, el que descubrió que el citrato de sodio (una
sal derivada del ácido cítrico) evitaba la formación de coágulos y que, en proporción adecuada,
resultaba inocuo para el receptor.
El 9 de noviembre de 1914, en el Instituto Modelo de Clínica Médica del Hospital Rawson, el
Dr. Agote llevó a cabo con total éxito la primera transfusión de sangre citratada (es decir, con citrato de sodio) en el hombre.
Este descubrimiento fue esencial para el desarrollo de los bancos de
sangre y de toda la Hemoterapia, especialidad médica de vital importancia para que hoy puedan
realizarse trasplantes y tratamientos médicos de enfermedades complejas.
Si tenemos en cuenta el contexto internacional de la época, vemos que nos encontrábamos
en plena Primera Guerra Mundial y el mundo científico buscaba desesperadamente una solución
para atender a sus soldados heridos en el campo de batalla.
Este dato nos ayuda a dimensionar la
importancia que cobró el descubrimiento del Dr. Luis Agote el cual, sin ningún tipo de especulaciones científicas ni académicas, puso a disposición del mundo su hallazgo.
Fernández Cid, Gabriela; Fontana, Daniel. Donación de sangre voluntaria y habitual: educar
para un cambio cultural.
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