El 30 de octubre de 1983, Raúl Alfonsín fue elegido presidente tras siete años y meses de dictadura militar.
En múltiples sentidos, aquella jornada marcó un antes y un después para la historia argentina y su sistema político.
Ese día fue el 30 de octubre de 1983 y se convirtió en un momento histórico que se celebraría a partir de entonces, en toda la Argentina.
Se trata nada menos que del Día de la Restauración de la Democracia, de la recuperación del Estado de Derecho y el fin definitivo de la última dictadura militar, que se había instaurado el 24 de marzo de 1976, y que dejó 30 mil desaparecidos.
Exactamente hoy, hace 38 años, todos los argentinos y argentinas recuperaron el derecho a votar y elegir a sus propias autoridades y gobernantes, tal como se contempla en la Constitución Nacional.
Y, por supuesto, también todo lo que implica vivir en democracia y con derechos inalienables:
el derecho a la vida, la libertad de expresión, la igualdad, la identidad, la seguridad, la felicidad y tantos más.
En aquellos comicios de 1983 fue cuando triunfó la fórmula de la Unión Cívica Radical (UCR), la cual estaba conformada por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez.
Ambos se impusieron frente al peronismo, liderado en aquel momento por Ítalo Luder y Deolindo Felipe Bittel. La UCR obtuvo casi el 52 % de los votos y ganó la presidencia, para escribir un nuevo capítulo en la historia nacional, a partir del 10 de diciembre de ese mismo año.
El gobierno de Raúl Alfonsín, a los tres días de haber comenzado, decretó lo que sería otro de los hechos históricos más movilizantes de la Argentina: el juicio a los miembros de las tres juntas militares que usurparon el poder en 1976. Si bien, a partir de entonces, la Argentina comenzaría a recorrer un difìcil camino de recuperación, con una hiperinflación a finales del mandato de Alfonsín, lo más importante estaba cumplido: la consolidación de la democracia estaba en marcha.
En el campo cultural, las artes vivieron un momento único y muchos artistas e intelectuales comenzaron a volver del exilio.
Por ejemplo, Mercedes Sosa, que empezó a grabar colaboraciones con otros músicos como León Gieco, Víctor Heredia y Fito Paez.
El teatro abrió espacios en los que se presentaron distintas obras y actividades culturales, entre ellos, el Café Einstein y el Centro Parakultural.
Y el cine estrenaba películas contextualizadas históricamente (en un pasado un poco más lejano o uno mucho más reciente), pero haciendo referencia al terrorismo de Estado, como los films Camila, dirigido por María Luisa Bermberg, o La historia oficial, con la dirección de Luis Puenzo, que logró obtener el Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1985.
De esta manera, luego de siete años de censura, persecución y terror, el pueblo argentino había comenzado a vivir la democracia, que no abandonaría nunca más.
https://www.cultura.gob.ar/30-de-octubre-de-1983-recuperacion-de-la-democracia-argentina-9684/
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